lunes, 6 de septiembre de 2010

CREDO


Creo en las narices de payaso,
en los tejados rojos de las casas,
y en las sonrisas de media luna.


Creo en las espirales de alegría desenfrenada,
en el dolor que queda después del placer,
y en las brujas madrinas de las princesas.


Creo en los razonamientos de la filosofía abeliana,
en la píldora roja para ver el mundo real,
y en no comer para ahorrar tiempo.


Creo en el término medio,
en los excesos y los defectos,
creo en un “te quiero” a tiempo,
....

pero sobre todo,
creo en mí.

6 comentarios:

  1. Bonito credo. En la última película de Amenábar sobre Hipatia, la gran filósofa y matemática fue interrogada sobre sus creencias. Yo creo en la filosofía, respondió. Como estudiante de este arte me pregunté si contestaría yo lo mismo. Me gustó más tu final: creo en mí.

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  2. Cuando leo u oigo eso de la confianza en uno mismo, me digo: qué suerte.
    Es como cuando oigo o leo eso de "No me arrepiento de nada de lo que he hecho".
    Supongo que los que lo decís, tenéis motivos para ello. Y yo me alegro.
    También comparto tu creencia en la nariz de payaso. Tengo mucha fe en ellas, casi tanta como en el rojo.
    Un gusto pasarse por aquí, como siempre.

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  3. Si tuviésemos un creedómetro para medir fielmente la autoconfianza nos llevaríamos grandes sorpresas. Al final, sólo somos humanos disimulando mejor o peor la inseguridad.
    Me quedo con la brujita que anima a la princesa a usar el vestido de paracaídas para tirarse de la torre y, desnuda, ir a buscar al príncipe a proponerle indecencias.

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  4. Estoy de acuerdo con lo de "No me arrepiento de nada". Mirando atrás siempre se podría haber mejorado todo.

    Y creer en ti... bueno, después de no creer en nada, lo primero que queda, lo primero que agarrarse es a ese/esa que está siempre contigo.

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  5. ¿Aun sabiendo que tiene taras y es falible?

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  6. Aún así. No se trata de creer incondicionalmente. Ni creer en la perfección. Sólo saber que al final, solo quedas tú, con defectos y virtudes. Con lo horrible del ser humano. Con lo genial del ser humano.

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