sábado, 28 de enero de 2012

Columbidae

Decía Edward Sapir que al nacer nos encontramos a merced de la lengua particular utilizada como medio de expresión de nuestra sociedad. Y lo decía porque estaba convencido de que el lenguaje determina el pensamiento y que el "mundo real", el de cada uno, es construido inconscientemente de acuerdo con los usos lingüísticos del grupo, con las palabras y relaciones gramaticales que tiene a su disposición.

Sapir me hace preguntarme cómo sería mi vida si el castellano no hubiese puesto nombre a determinados conceptos abstractos. Serían para mí simples sensaciones perdidas entre tantas sin posibilidad de ser focalizadas en un pensamiento. Por ejemplo, la eternidad. Hace unos días meditaba sobre lo eterno y lo efímero. Permítanme que comience por el principio:

Hay un ficus que vive en el balcón de mi casa, en su maceta. Algunos dirían que esto no es más que tener plantas en casa. Pero yo creo que el verbo poseer no se pueda predicar de otras vidas. Hace unas semanas encontré que alguna paloma había construido un nido entre sus tallos y hojas. Y durante días pude observar como guardaba sus huevos. Luego estos desaparecieron para hacerse pichones, que fueron creciendo hasta no caber en el nido. Y un buen día... uno de ellos se fue. El otro, entiendo que aplastado un poco por su hermano, tardó más en volar. Pero en un par de jornadas se lanzó al vacío, y ambos me dejaron solo.

Y me pregunté (torpe ser humano obsesionado por preguntárselo todo) si los hermanos se reconocerían al cruzar vuelo o si los padres sabrían observarlos desde la rama de un árbol. Y me hizo recordar cuando yo mismo abandoné mi "nido" y mi madre lloró mi marcha. Y es que nada es para siempre. Y supongo que las palomas deben saberlo, y no se preocupan porque algo pueda o no perdurar.

Lo curioso de todo esto, es que el ser humano es el único animal que sabe que va a morir, que sabe que todo tiene un final. Y aún así, es el más obsesionado por la eternidad, y el más iluso al creer que algunas cosas duran toda la vida. ¿Será culpa del lenguaje?

PD.: Esta mañana al despertar, he encontrado una nueva paloma incubando otro huevo en el mismo nido. El "sabio" google me ha dicho que estas aves son monógamas y fieles toda la vida, y jamás olvidan el lugar de nacimiento y cría. También me ha dicho que si hoy hay un huevo, en unas horas habrá otro.  


jueves, 26 de enero de 2012

La cuenta atrás


Inclinarme sobre el precipicio que soy
y decidir saltar hacia delante.
No me dejo lavar a máquina ni en seco, sólo a mano, soy prenda delicada. Las alas podrían decolorarse y las mucosas que conducen al interior del paraíso se agrietan y resquebrajan.

Necesitaría carbono 14 para saber cuántos años tienen mis huesos.

La producción de mariposas estomacales sigue su curso,
llamo madurez al conformismo
y sigo metamorfoseada en ameba cuando abro los ojos.

Las llamadas no siempre tienen respuesta,
la imagen que devuelvo se me vuelve en contra
porque no siempre los arqueólogos que aparecen tienen tanta pericia
para que la arena que me quitan no les ciegue los ojos.

Prefiero seguir siendo ingenua y creer que no me harán pagar los platos rotos cuando cierre la puerta y no vuelva más.

domingo, 22 de enero de 2012

Las cosas bonitas de la vida



La mujer-vida me escribe un mail.

Hace veinticinco años nos conocimos en un patio de parvulario y me aseguró que éramos hermanas porque nuestras abuelas se llamaban ambas María. Luego comprendimos que eso no era motivo de consanguinidad, así que pocos años después juntamos la sangre que nos brotaba de
los pulpejos agujereados con un alfiler para, ahora sí, ser hermanas de sangre.

Más tarde vinieron los secretos escondidos bajo piedras, las cocinitas, los niños que nos gustaban, el viejo verde que nos hablaba de guarradas cuando estábamos jugando aún con los columpios y la Tradición de sentarnos en el banco de la plaza del pueblo la tarde antes del inicio de cada curso de EGB para proyectar deseos y decidir la ropa que nos pondríamos al día siguiente.

Vinieron la inclusión en grupos de adolescentes, la regla y un espejo para los tampax, los sueños despierta, su anotario, los diarios con candadito. Me pintó las uñas, me depiló las piernas, me prestó ropa, me peinó alguna noche de sábado.

Me contó que se había acostado con un chico por primera vez cuando estábamos en la cola del servicio de una discoteca de verano.

Después años de universidad compartiendo piso, cenas, risas, conversaciones. Viajes juntas. La Tradición de hacer recuento y balance la última tarde del año, proyectar deseos y decidir la ropa que nos pondríamos para la fiesta de Año Nuevo.

He aprendido un billón de cosas de ella.
La mujer-vida me enseñó a escuchar.

Me escribe un mail bonito desde Francia, donde vive ahora. La echo de menos, pero tengo la sensación de que seguimos recorriendo la vida juntas, de que está aquí y yo allí, de que ambas ayudamos a la otra a volar.

La vida podrá tener muchas mierdas, pero historias como ésta las limpia todas de un plumazo.

Somos Folie y la mujer-vida, asomadas al mundo detrás de la azotea de nuestro piso de estudiantes, una noche que subimos a tender la ropa. La foto la tomó Nietzsche, que siempre fotografía La felicidad.

lunes, 2 de enero de 2012

las vidas que quiero vivir

ahora que el año aún huele a nuevo y está recién desenvuelto, con todos sus días por estrenar, sus proyectos por iniciar, sus sueños no mancillados ni dejados por perdidos...

ahora que los días ganan la lucha contra la oscuridad y nos regalan unos minutos más de luz

ahora que hago balance de lo que soy, de lo que fui, de lo que me dijeron que era y debía ser, de lo que deseé siempre, de lo que nunca hubiese querido dejar de ser...

ahora que también hago lista de propósitos de año nuevo, a modo de carta a la maga que soy (republicana, pero maga), pido vivir otras vidas, ser

escritora de cuentos infantiles o novelas de misterio, bailarina de tango, pintora de mujeres de mala vida, tertuliana de un café de intelectuales, la que hace el jeroglífico del diario de los domingos, surfera tatuada y atlética, amante de todos mis antiguos amantes, trilingüe, poetisa de renombre internacional, criadora de cerdos ibéricos, motera viajera, contadora de relatos eróticos, escuchadora de historias de humanos de todos los continentes, dueña de una cafetería-librería, nadadora en piscinas nocturnas, cocinera de pócimas mágicas... y si este año muriese, volver a vivir como mariposa, claro.


[El cuadro es "Hermafrodita", de la maravillosa Margit Kocsis, que estará en Olot hasta finales de enero] http://galeria.arcadicalzada.com/margit-kocsis/

domingo, 1 de enero de 2012

La noche más larga

Fuegos artificiales. Risas y alcohol. Música y baile. Vestidos ajustados.

El ser humano nace solo y va cubriendo partes de su vida de la compañía que encuentra por el camino. Hay rincones a los que es más difícil llegar en esa purga del mezquino sentimiento de soledad. Suele depender de los recovecos que cada uno tenga en sus rincones. Pero, por ejemplo, debe ser sencillo acompañarse un miércoles por la tarde, o los fines de semana, o en los momentos de dicha. Resulta quizás más complejo lograrlo cuando estás mal, o antes de dormir, o cuando cierras fuerte fuerte los ojos y te preguntas quién estará pensando en ti.

Supongo que todos en algún momento hemos creído que los humanos en realidad estamos solos, a pesar de cómo nos intentamos mezclar entre nosotros. Pero luego nos enamoramos, alquien nos empieza a querer de verdad, y olvidamos todo esto. Y con suerte se alcanza el milagro de que hasta en el último rincón de tu vida puedes sentir una sombra velando por ti. Y ya no sientes tanto frío... Es un bonito milagro.

No me gustan las nocheviejas. Digo que me vuelven nostálgico y que me hacen recordar el inexorable paso del tiempo. Y es cierto. Pero también lo es el que en esa noche tan larga siempre me siento realmente solo. Quizá porque ningún 31 de diciembre he dormido acompañado. O quizá porque nunca encontré tolerancia entre tanta celebración.

Pero bueno... 2012 es sólo una cifra, ¿no?