miércoles, 3 de noviembre de 2010

Personalidad

Hoy todos estamos catalogados. Quizás haya más variedad entre nosotros, pero a la vez somos más iguales a nuestros semejantes. Se convierte en una urgencia buscar manada a la que aferrarse en los inicios de la adolescencia, grupo que te diga cómo vestir, cómo hablar, qué pensar. Tranquilos, si alguien no cogió ese tren, tendrá su propio club. Siempre quedarán los alternativos, cada vez más comunes entre ellos.

Sí, sé lo que van a decir los científicos. Algún historiador me repasará los conflictos, la civilización, el intercambio cultural, el comercio... El análisis del sociólogo será espectacular. Evidente para los psiquiatras será un comportamiento así, está determinado. Y si aún queda algo de rabia para responder, el biólogo se encargará de recordar que la genética es el fondo de todo.

Veo copias a mi alrededor, escondidos tras una masa que decide y vive por ellos. Pero aún no creo en el determinismo. Creo en el ser humano y en su capacidad para llegar a ser. La pregunta no es cómo puedo ser, sino cómo quiero ser. ¿Qué harías en una experiencia como la del siguiente video? ¿Soy yo... o soy los demás?


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