martes, 16 de noviembre de 2010

Lost in traslation

A veces pasa que en Tokio, o en la cafetería de la esquina, o en los pasillos de una facultad, tropiezas con alguien cuya mirada es diferente al resto. Algo en ti dice que esos ojos van a saber leerte. A veces pasa que con esos ojos acabas compartiendo algo de tu vida, que te acaban leyendo y escribiendo, hasta que un día se van, ya no están. A veces pasa que, ya en casa, antes de dormir, se echan de menos esos ojos para contar algunas lágrimas, ya no están al otro lado de la almohada.

En Lost in Traslation, dos personas en un hotel de la capital nipona tropiezan para comprenderse mutuamente. Para lamerse sus tristezas. Para hacer de recíproca rama en la riada de la vida. No se besan, se desean, quizás se amen sin saberlo. Y se despiden. No sé si volverían a verse después, o se echarían de menos en ratos de melancolía y soledad. Siempre quedará para la historia del cine esas palabras susurradas al oido. Para la historia de los que creen que compartirán el camino de vivir, para la historia de los que creen que son versos de despedida.

Dicen que Sofia Coppola se inspiró en la relación con su pareja de cuatro años. La que se rompió el mismo en el que fue estrenada la película, por diferencias irreconciliables.

Mis senti-pensamientos me han llevado, a estas horas, a querer saber qué le dijo al oído. A estas horas, necesito ojos que me lean. Mas pronto me quedaré dormido.


2 comentarios:

  1. Lo que le dice es:

    I have to be leaving… But I won’t let that come between us. Ok? Ok.
    (Tengo que irme, pero no voy a dejar que eso se interponga entre nosotros ¿vale? Vale)

    Yo tengo un post sobre esta peli también!
    Tu blog ha sido un poco como un oasis. Te sigo :)

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