domingo, 5 de junio de 2011

Fin de temporada

Para conocer a las personas con las que me voy cruzando en la vida, les suelo inquirir intentando acampar por momentos en sus retinas, aprehender su visión de las cosas. Les suelo preguntar. Sus reacciones a mi gatuna curiosidad me resultan tan importantes como sus respuestas. Probablemente las personas se definan mejor por sus interrogantes que por lo que inventan para calmarlos.

¿Qué quieres hacer antes de morir? Si fuera mañana. Si fuera este tu último mes. Si te quedara tan sólo un año. 

Es cuestionar qué quieres hacer de verdad cuando ya nada más importa. Conocer la autenticidad de tus deseos y sueños, conocerte realmente. Ante la pregunta, ves los ojos brillantes de tu interlocutor perdidos en su imaginación... Ninguna respuesta te deja indiferente: Me quedaría con mi familia, Lo viviría junto a tal persona, Me marcharía a recorrer el mundo, Escribiría un libro, Me suicidaría, Comería de todo, Dejaría de trabajar, Me iría a vivir solo, Telefonearía a mucha gente, Diría muchos te quiero, Me gastaría todo el dinero ... 

Te hace pensar cuánta gente no vive exactamente como quiere, o como viviría sabiendo que su tiempo es limitado, o más de lo que a priori cree. Y entonces yo mismo me encuentro entre ellos, me recuerdo cada día mi edad, mi futuro óbito y mis deseos. Y a la vez siento las semanas escurriéndose en mis manos, cada año a más celeridad.

Hoy he abierto el programa de teatro 2010-11 que repasé hace 9 meses y, como si fuera ayer, recuerdo como leí y marqué cada obra que quise disfrutar. La temporada terminó hace unos días. Sólo dos o tres obras pasaron por mis ojos. No, no es que mi sueño esté en un abono de butaca, ni que antes de morir quiera ser actor. Esto es sólo un toque más, un "¿ves como está volando tu vida?"
 

2 comentarios:

  1. Esta entrada resulta bastante inquietante, incluso escalofriante.

    Como se comenta en la película Fight Club: "Pierdes una hora, ganas una hora. Y, mientras tanto, los minutos siguen pasando en tu reloj biológico".

    Un amigo mío decía que dormía lo menos posible, ya que, para él, el sueño era "el coma en fascículos". No sé si tendrá razón, pero en plena temporada de exámenes estoy deseando tumbarme en mi cama, "el cine de las sábanas blancas".

    Y, ahora mismo, mi vida sigue volando.

    Saludos.

    ResponderEliminar
  2. Pero a la vez que hay tantas cosas que deseariamos haber hecho pero que nunca hicimos, también la vida nos sorprende con cosas que nunca pensamos hacer y que ahora nos enriquecen.
    Sabonis.

    ResponderEliminar