martes, 28 de diciembre de 2010

Escarabajo

Yo era un escarabajo verde viviendo entre humanos. Lo descubrí en el instituto:
Siempre había sentido algo moviéndose incómodo debajo de la piel, no podía dormir por las noches ni sonreír. Un día frío y gris me vi los ojos rojos, de llorar, dos genas y unos élitros…era un coleóptero. Como una indigestión no tuve más remedio que aguantar lo que no quise asumir.

Me esforzaba en hablar y andar como ellos. Fingía con más o menos éxito, más menos que más, ser como el resto. Nunca me dijeron nada, creo que nadie vio mis pequeñas alas toscas, aunque debían notar alguna cosa extraña en mi fisonomía pues nadie quiso besarme, mis amigos me dejaban de lado, incluso mi familia desoía los lamentos de mi lengua nativa…
Al final, encontré un amigo, una cigarra. Un bichito libre, que volaba, cantaba y me llamaba a-mi-gota…
Desde entonces, todo fue a mejor, fui un escarabajo feliz; a ratos, porque ya se sabe, los escarabajos somos melancólicos por naturaleza. Me he sentido alegre con los insectos que tropezaban en mi vida, también con los humanos...
Yo era un escarabajo y no tenía miedo,
Era un escarabajo y estaba orgullosa.

Pero en unos meses la piel ha recubierto mis alas metatorácicas, las de volar. Ahora me besan, me ven y me tratan como a un humano, es lo que siempre quise. Miro mis manos y están llenas de carne caliente y sangre.
…echo de menos mis antenas.

7 comentarios:

  1. Se sincera, sentirse escarabajo no es fácil... seguro que no tenías miedo, seguro que estabas orgullosa.
    Siempre quisiste ser humano... ¿qué es lo que echas de menos?
    ¿Es el amor lo que te ha trasformado? o sigues siendo escarabajo pero ya has alcanzado eso tan necesario...

    ResponderEliminar
  2. Sigo siendo un escarabajo. Hace algún tiempo que me gusta, me ayuda a no sentirme diluida en un mundo de sopa. Desde que tropecé con ese amor, algo ha cambiado. Él llena mis días, mi cuerpo, me siento casi siempre feliz,...pero a veces pienso con nostalgia en las tardes a solas conmigo misma, en la tristeza inspiradora, en la independencia construida,...
    Imagino que llegaré al equilibrio.
    Tengo curiosidad, ¿qué eres tú Philos?

    ResponderEliminar
  3. Una cosa no quita la otra, hallarás el equilibrio si lo buscas y será "el ideal". Esas tardes han ido conformando tu esqueleto, dando forma a tu cuerpo y alma de escarabajo.

    Yo no soy escarabajo, pero no somos tan diferentes...

    ResponderEliminar
  4. Me siento identificada. Siempre he sido un insecto. La diferencia es que a mí siempre me lo han notado.
    No sé, quizá él es también un escarabajo.
    Sabonis.

    ResponderEliminar
  5. Sabonis, lo bueno es que la gente te conozca tal y como eres, que no tengas que ocultarte bajo otras apariencias. Pero parece que no lo dices orgullosa??

    ResponderEliminar
  6. Sabonis, no sabía que eramos de la misma especie. Tienes tantas cosas escondidas...

    ResponderEliminar
  7. No, quizá inmadura, aún no he superado ser un insecto.
    Sabonis

    ResponderEliminar