sábado, 24 de septiembre de 2011

Destellos

A veces un destello frente a ti deslumbra tus ojos. Ciego crees estar en otro lugar. Caminas iluminado y rodeado de oscuridad. Y al tiempo, igual lo inexplicable se vuelve cotidiano. Mas algún día la luz se va o la abandonas flotando a su suerte en la nada. Al poco la olvidas, o la recuerdas a tu manera, o no hay forma de sacarla de tus retinas.

Pasado el tiempo, tarde o temprano, verás de nuevo la misma luz. La misma, pero a lo lejos, dilatando otras pupilas y siendo admirada por otros ojos. Muecas extrañas se dibujan en tu cara. La contracción de músculos intentando expresar un sentimiento desconocido, que no es tristeza ni es alegría.

Como no sabes lo que es, agachas la mirada y caminas observando al suelo, oscuro y cabizbajo.


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