jueves, 26 de enero de 2012

La cuenta atrás


Inclinarme sobre el precipicio que soy
y decidir saltar hacia delante.
No me dejo lavar a máquina ni en seco, sólo a mano, soy prenda delicada. Las alas podrían decolorarse y las mucosas que conducen al interior del paraíso se agrietan y resquebrajan.

Necesitaría carbono 14 para saber cuántos años tienen mis huesos.

La producción de mariposas estomacales sigue su curso,
llamo madurez al conformismo
y sigo metamorfoseada en ameba cuando abro los ojos.

Las llamadas no siempre tienen respuesta,
la imagen que devuelvo se me vuelve en contra
porque no siempre los arqueólogos que aparecen tienen tanta pericia
para que la arena que me quitan no les ciegue los ojos.

Prefiero seguir siendo ingenua y creer que no me harán pagar los platos rotos cuando cierre la puerta y no vuelva más.

5 comentarios:

  1. qué críptica!
    espero que estés bien,
    besos

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  2. Es como si fuéramos objetos frágiles y únicos que lleváramos largo tiempo esperando ser descubiertos, y que no siempre caemos en las manos más adecuadas. Si saltamos esos precipicios, que son nuestra inseguridad y nuestros miedos, descubriremos a lo mejor que no caemos en abismos sino en lugares de ensueño. Aún queda mucho para que cerremos la puerta definitivamente (espero), y para entonces nos dará igual los platos que hayamos roto.
    Tus pensamientos Folie me recuerdan a esa imagen del Carbono 14 que has puesto. Así somos nosotros también.

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  3. qué bonito...
    Qué cabecita tienes.
    un beso murciano!

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  4. Folie, he escrito un post sobre vosotros. Échale un vistazo para ver qué te parece. Si algo no te gustara dímelo. Un abrazo.

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  5. Gracias Sara y Pilar!!

    Y a ti, beso murciano... Qué ilusión!!! Te mando un abrazo muy fuerte, me alegra mucho que te guste y espero que estés muy feliz!! besoooos

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