martes, 31 de agosto de 2010

Otra vez agosto

Cartas desde mi celda, desde esta prisión física y mental que es mi mes de agosto aquí:
Sevilla me arrincona con sus 40ºC a sitios sombríos mientras haya luz de día;
y si es de noche, mi trabajo me obliga con presiones y chantajes emocionales a quedarme en casa y hacer cosas "útiles".

Nadine murió en la UCI, y Pablo se muere en su habitación.
Y yo, que apenas los conozco, sufro por ellos, por sus familias, por mí:
No quiero tener un hijo para que muera así
Todas las canciones que escucho se vuelven tristes,
todas las películas me hacen llorar,
¿en qué mundo de desdichados vivimos?

Este piso de paredes blancas es oscuro, y siento deseos de hacer mil cosas
pero tengo una lista de tareas que reclama mi atención y mi devoción.
Los pinceles, los lapices, los folios en blanco, los libros de poemas,
me esperan amablemente en el fondo del cajón.

Yo no quiero seguir aquí,
quiero que un principe azul venga a rescatarme de este castillo encantado de cartón.
O mejor aún, quiero prender fuego al castillo,
olvidarme de historias y príncipes multicolores
y salir a un campo verde donde no haga tanto calor
y no se respire este dolor

1 comentario:

  1. Te mando un beso fresco desde el norte.
    Y tiro de tópicos para decirte que todos los agostos acaban pasando y volverán a llegar.

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